Problemas de pareja y familia
¿Qué son los problemas de pareja?
Cualquier pareja puede pasar por un momento de crisis. La mayoría de las veces esto ocurre sin que ninguna de las dos partes quiera, y sin que sepan cómo evitarlo.
En muchas ocasiones, el amor todavía existe pero se han perdido muchos de los lazos que os unían. Y es que en una pareja, hay dos personas, con sus anhelos, sus preocupaciones, su día a día, sus retos.
Cuando la pareja no puede salir por sí misma de esta situación es el momento de recibir la ayuda de un profesional objetivo que nos muestre las claves para recuperar la relación.
Estos son algunos de los problemas que tratamos a través de la terapia de pareja:
- Problemas de comunicación
- Problemas de convivencia
- Celos o desconfianza
- Dificultad para encontrar pareja o mantenerla
- Infidelidad
- Miedo al compromiso
- Ruptura sentimental, separación o divorcio
- Conflictos causados por las familias políticas
- Dependencia emocional
- Discusiones constantes
¿Qué son los problemas familiares?
Hay conflictos que pueden surgir después de un cambio importante. Por ejemplo, tras adoptar un niño.
En el seno de familia también pueden surgir divergencias a la hora de convivir y comunicarse.
Otras por los propios retos que supone para los padres educar a sus hijos y atender a sus distintas etapas de crecimiento y madurez.
La terapia u orientación familiar es el mejor método para superar estos problemas.
La orientación familiar supone una oportunidad para que las familias puedan expresar sus emociones de forma segura y llegar a entender los puntos de vista de todos sus miembros.
El orientador familiar nos ayuda a escuchar y a ser escuchados, a ponernos en el lugar de otra persona y que también se pongan en el nuestro, cuando hacemos esto, es mucho más sencillo resolver los conflictos familiares y hacer los cambios que necesitamos para que nuestras relaciones sean mejores
¿En qué casos me pueden ayudar?
Los problemas familiares pueden tener su origen en múltiples causas y cuándo se presentan los siguientes problemas es aconsejable acudir a un orientador familiar:
- Problemas en la convivencia. Ésta no siempre es fácil, y es normal que con el tiempo surjan roces por cualquier razón, desde horarios hasta prácticas que han molestado a algún miembro de la familia o sencillamente, las distintas formas de convivir que originan conflictos.
- Falta de comunicación. En muchos casos, muchas cosas se dan por sentadas y a veces, hay que recordar de nuevo el importante papel que tiene en las relaciones el diálogo y la escucha activa como forma de respeto al otro.
- En una familia la dependencia emocional es muy alta y cualquier problema que surja entre dos miembros, puede afectar al resto. Por ejemplo, si en el matrimonio hay problemas, se puede trasladar a los hijos y motivar un mal ambiente generalizado.
- La falta de límites claros. Si los padres no han inculcado en los hijos ciertos hábitos, los problemas y discusiones llegarán tarde o temprano.