Tercera edad

personas mayores

¿Qué problemas tenemos en la tercera edad?

Actualmente, resulta difícil establecer una línea divisoria entre lo que es un adulto y lo que es una persona «mayor» o de la tercera edad.

Debido a que cada vez la esperanza de vida es más elevada, cada vez van apareciendo más problemas, ya sea a nivel físico o cognitivo.

Gracias a todos estos avances en la investigación sobre la vejez y los procesos de envejecimiento desde una perspectiva psicológica han ido otorgando, con el paso de los años, un papel cada vez más relevante al psicólogo dedicado al estudio del envejecimiento como parte fundamental de un equipo multidisciplinar que trata de dar luz, mediante la investigación básica y aplicada, a las grandes incógnitas que plantea la vejez y el envejecimiento.

Para tratar de prevenir el deterioro rápido de estas áreas o para tratar de conservar durante el mayor tiempo posible estas habilidades, desde mi experiencia trabajando en residencias de la tercera edad, se ofrece un programa de estimulación cognitiva enfocado tanto en personas que todavía no presentan deterioro como para aquellas personas con principios de deterioro o con un deterioro medio-leve.

A continuación se ofrecerá una pequeña explicación de algunas de las áreas que se ven afectadas en la tercera edad.

Procesos que se ven afectados con la edad:

El envejecimiento influye en tareas de recuerdo libre, memoria temporal y memoria prospectiva sin claves de recuerdo. Hay más dificultades para el recuerdo voluntario. Partiendo de los modelos de sistemas de memoria, aquellos que experimentan un declive en el rendimiento son la memoria operativa y la memoria episódica.
  • Tipos de memoria:
    • Memoria operativa:
      • Hay declive en tareas de recuerdo y reconocimiento sobre retención de estímulos visuales. Concluyen, por lo tanto, que hay más dificultades en la retención de información visoespacial (agenda visoespacial en la memoria operativa) que en la de tipo auditivo-verbal (bucle fonológico).
      • Hay claras diferencias con la edad en las tareas que demandan almacenar y manipular información. Estas dificultades se ubican en el ejecutivo central, íntimamente relacionado con la atención.
      • Memoria episódica:
        • En tareas de recuerdo libre las personas mayores omiten más información, cometen más intrusiones y repiten más.
        • Las personas mayores se benefician de la práctica pero en menor medida que los jóvenes.
        • También, a través de tareas de reconocimiento de imágenes, se ha comprobado que las personas mayores utilizan menos estrategias de memoria basadas en imágenes.
        • En tareas de reconocimiento de caras aumenta, en los mayores, el porcentaje de falsas alarmas en los procesos de identificación.
        • En tareas de estimación temporal (tareas de localización de eventos en el tiempo y su orden de aparición) se constatan señaladas diferencias entre grupos de personas jóvenes y personas mayores.
        • En tareas de memoria de actividades y acciones (recuerdo de realización de tareas), recuerdo de localizaciones (saber dónde se dejó un objeto) o recuerdo de la fuente (recordar el origen de la información) también se encuentran diferencias a favor de los más jóvenes pero también se matizan las diferencias si: las tareas son de reconocimiento y no de recuerdo libre, si las tareas son relativas a ubicar objetos en el entorno habitual y si las tareas son familiares, respectivamente, para estos tres tipos de memoria mencionados.
      • Memoria semántica:
        • El vocabulario aumenta con la edad.
        • El nivel de comprensión y pronunciación no disminuye con la edad.
        • La sintaxis es menos compleja en función de la edad.
        • El acceso al léxico está más dificultado, lo que produce con más frecuencia el conocido fenómeno «de la punta de la lengua» en las personas mayores.