Trastorno obsesivo compulsivo: TOC

¿Qué es el TOC?
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la aparición de ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes e intrusivos, llamados obsesiones.
Su mecanismo de acción es complejo, la persona que padece un TOC no solo se convierte en una víctima de las obsesiones, sino que además, intenta rechazar esos pensamientos obsesivos, ya sea de forma mental, ignorándolos o suprimiéndolos, o de manera conductual mediante la ejecución de rituales y comportamientos de contención que tienen el propósito de detener el impulso obsesivo.
Tipos de TOC
Existen diferentes tipos de obsesiones. Las más usuales se relacionan con la limpieza, la organización y la necesidad de comprobar las cosas, pero también hay personas que pueden obsesionarse con su propia respiración, que tienen miedo a hacerle daño a alguien o que repiten continuamente determinadas frases en su mente.
En el área clínica, los trastornos obsesivo-compulsivos más frecuentes son:
- La tricotilomanía, un trastorno que consiste en arrancarse el cabello.
- El trastorno de excoriación, en el que la persona tiende a rascarse la piel de manera compulsiva.
- El trastorno de acumulación, caracterizado por guardar objetos que carecen de valor material o emocional.
- El trastorno dismórfico corporal, que se manifiesta a través de una preocupación excesiva por los aspectos físicos personales que no son observables a simple vista o que carecen de importancia.
Con frecuencia, el TOC aparece asociado a otros problemas psicológicos como la agorafobia, depresión, hipocondría, fobias, trastornos de la alimentación, abuso de sustancias o de alcohol, sentimientos de culpa y baja autoestima.
¿Sospechas que puedes tener un trastorno obsesivo compulsivo? Responde entonces a estas preguntas:
- ¿En alguna ocasión has sentido que no puedes controlar tus ideas porque aparecen una y otra vez, aunque intentes apartarlas de tu mente?
- ¿Sientes que algunas de tus acciones escapan a tu control y afectan tu vida cotidiana sin que puedas hacer nada?
- ¿Has tenido la sensación de que si no das rienda suelta a esa compulsión puede sucederte algo negativo?
Si experimentas algunas de estas sensaciones con frecuencia, hasta el punto que llegan a afectar tu desempeño cotidiano, es probable que sufras un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Se estima que solo entre el 1,1% y 1,8% de las personas lo padece, siendo más frecuente en las mujeres en edad adulta. Sin embargo, muchas personas, alrededor del 30%, son víctimas en alguna etapa de su vida de compulsiones o pensamientos obsesivos.
Causas, síntomas y consecuencias
El TOC es un trastorno de origen multifactorial que está determinado, en primera instancia, por factores hereditarios que aumentan la vulnerabilidad genética. También influyen aspectos neuroquímicos, sobre todo relacionados con los niveles de serotonina y dopamina. De hecho, se ha demostrado que determinados fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son eficaces para aliviar los síntomas obsesivos.
Además, se ha apreciado que la afectación de algunas áreas cerebrales como el córtex cingulado, el córtex órbitofrontal, el núcleo caudal y los ganglios basales puede incrementar el riesgo de padecer un trastorno obsesivo compulsivo. De hecho, algunos estudios en los que se han analizado a personas con traumatismos craneoencefálicos que han sufrido daños en estas áreas han demostrado que después de la afectación cerebral suelen aparecer síntomas obsesivos.
Asimismo, la influencia de un estilo educativo en el que prima al perfeccionismo y las normas morales muy estrictas, el exceso de responsabilidad u otros eventos significativos en la niñez pueden aumentar las probabilidades de padecer un TOC. De igual manera, existen algunas características de personalidad que pueden exacerbar los síntomas, como por ejemplo: la aversión al riesgo, la sumisión, la susceptibilidad, la ambivalencia, la ansiedad de separación y la resistencia al cambio.
Los síntomas principales de este trastorno son las obsesiones y las compulsiones.
PENSAMIENTOS OBSESIVOS U OBSESIONES
Las obsesiones suelen tomar forma a través de ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que se caracterizan por ser intrusivos, inapropiados y con un matiz negativo. De hecho, suelen generar un malestar emocional intenso pues aunque la persona reconoce que se trata de ideas o conductas irracionales o absurdas, no puede evitarlas.
Las obsesiones se pueden manifestar de diversas maneras:
- Miedos o temores obsesivos e irracionales, como el temor a contaminarse o a contraer una enfermedad.
- Impulsos obsesivos de carácter agresivo o sexual, por ejemplo el miedo a hacerle daño a un hijo o la recurrencia de una imagen pornográfica.
- Ideas obsesivas relacionadas con un fin como la obsesión por los rituales religiosos o por el paso del tiempo.
- Dudas persistentes y obsesivas como cuestionarse a sí mismo el hecho de cerrar la puerta con llave, cerrar la ducha o la llave del gas.
COMPULSIONES
Las compulsiones son actos motores o mentales que la persona ejecuta como respuesta a la ansiedad que genera un pensamiento obsesivo. Se trata de comportamientos concretos que se llevan a cabo para aliviar la tensión. Estos pueden ser:
- Conductas compulsivas como por ejemplo: lavarse las manos, ordenar los objetos por tamaño o comprobar varias veces que la llave del gas está cerrada correctamente.
- Acciones mentales como contar, rezar, analizar una conversación o repasar un acontecimiento de manera reiterativa e incontrolable.
En muchas ocasiones, la persona afectada por este trastorno es capaz de reconocer sus obsesiones, lo cual le provoca una sensación de malestar, ya que también es consciente de que no logra controlarlas. Sin embargo, existen personas que consideran que sus obsesiones son legítimas y normales, por lo que no suelen sentirse tan afectados por las compulsiones.
Las personas que padecen un TOC pueden experimentar un gran deterioro en su vida profesional, en las relaciones sociales o en su desempeño personal, aunque en algunos casos los daños se limitan a una sola esfera de actuación. Estas dificultades son una consecuencia directa de las obsesiones y compulsiones, las cuales impiden que la persona pueda tener un desempeño aceptable.
De hecho, aunque puede parecer paradójico, la lucha constante por controlar esas obsesiones y compulsiones no hace sino agravar el daño. El nivel de deterioro dependerá de la intensidad de los síntomas, por lo que mientras más graves sean las obsesiones, mayores serán sus repercusiones en el desempeño cotidiano.
Además, es habitual que quienes padecen un trastorno obsesivo compulsivo también vean disminuida su calidad de vida y, a largo plazo, tienen un mayor riesgo de sufrir ansiedad, depresión y abuso de drogas.